lunes, 27 de junio de 2011

Cada persona es única e inigualable, con una personalidad. Cuando se crea un vínculo entre 2 individuos o más, generalmente se da por gustos, cualidades o tienen algo que los une ya sea sanguíneo o no. La cuestión es que en todo vínculo siempre existen diferencias, dado que si fuéramos todos iguales no existiría el poder de discusión, mediación, ni opinión propia. Lo que significaría el fin de la existencia. Ninguna diferencia está exenta de una posibilidad de solución. Ambas fuerzas deben participar tanto de la discusión como de la conciliación, sin llegar a la agresión entonces existe un replanteamiento posible que consta de tres pasos.
-Analizar el estado actual de ambas fuerzas. (Desecharlo como posibilidad de continuación)
-Analizar qué realmente quieren ambas fuerzas para cada uno y para los individuos en conjunto.
- Finalmente llegar a una conclusión de cómo quieren llegar al objetivo en común.

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